
Donde el alma de Andalucía cobra vida
Caminar por el Barrio de Santa Cruz es perderse entre leyendas, plazas escondidas y el perfume del azahar. El arte no solo está en los museos, está en el aire, en una tapa bien servida, en una sevillana improvisada, en el bullicio de una terraza al caer la tarde.
Y si el alma de Sevilla tuviera una banda sonora, sin duda sería el flamenco: visceral, emocionante, puro. Asistir a un tablao en Sevilla no es ver un espectáculo, es vivir una ceremonia ancestral.


























