
Una ciudad que late con alma propia
Granada es un poema escrito en piedra y agua. Quizás sea el sonido de una fuente en el patio de los Leones, o el eco de un cantaor en una cueva del Sacromonte.
Aquí la cultura andalusí tiene su huella más bella: la Alhambra, donde los jardines del Generalife, los mosaicos geométricos y los arcos crean un lugar que parece fuera del tiempo.




















