
Un refugio donde la naturaleza y la historia se abrazan
Las Baleares son mucho más que un paraíso de playas perfectas: son memoria viva del Mediterráneo.
Mallorca, la mayor de las islas, combina el espectáculo natural de su sierra con pueblos de piedra dorada mientras Palma, su capital, es una joya de contrastes donde la majestuosidad de la catedral gótica y los patios señoriales susurran historias de siglos pasados
Menorca, serena y luminosa, conserva su espíritu intacto.


























